sábado, 2 de marzo de 2013

♥ EL VIOLÍN DEL DIABLO, JOSEPH GELINEK


     

     El violín del diablo es la segunda novela de Joseph Gelinek, pseudónimo bajo el que publica el periodista, humorista, guionista y musicólogo Máximo Pradera.
      Para los que no estéis familiarizados con él y queráis ponerle cara os recomiendo que hagáis un viaje mental a los 90 donde, junto a Fernando Schwartz, presentaba un magazine llamado Lo + plus.
 


      ¿Y ahora? ¿Ya sabéis de quién se trata? ¿¿Todavía no?? Pues nada, aquí os dejo una foto suya.

      Su primera novela es La décima sinfonía con una referencia clarísima al mundo de la música y que fue publicada en más de 15 países. Así de bueno fue su estreno como novelista.
      La segunda obra y la que hoy traigo en esta reseña fue publicada tan solo un año después de La décima sinfonía.
      El violín del diablo entrelaza la música clásica con la muerte, las supersticiones, la historia y mucho más.
      Narrado de forma magnífica por un narrador omnisciente en tercera persona que lo ve, lo oye, lo sabe y lo huele todo. ¿El hilo conductor? Un asesinato y la desaparición de un instrumento musical valiosísimo y maldito; a saber: el violín Strad Pasini.


LA LEYENDA DEL VIOLÍN.

      El instrumento que da nombre a la obra es muy peculiar. Se trata de un violín del siglo XVII creado por Antonio Stradivari de Cremona. Fue el constructor (hoy en día el nombre más acertado sería luthier) de numerosos instrumentos de cuerda y madera: violas, violoncelos, arpas, guitarras y violines; todos ellos muy valiosos.
      Uno de los concertistas y escritores musicales más importantes es Paganini quién dice de sí mismo: “No soy bien parecido, pero cuando las mujeres me escuchan tocar, se arrastran a mis pies”. Unos lo tildarían de fanfarrón al oír estas palabras pero otros pueden dar crédito a las habladurías que envuelven su figura. Que Paganini hiciese un pacto con el diablo es por todos conocidos, ¿cómo si no se podría explicar su virtuosismo con el violín?
      ¿Por qué se habla del Strad Pasini? Pasini fue un pintor de retratos contemporáneo a Paganini (virtuoso músico) que se apostó con el músico una pieza valiosísima de su colección musical (el violín Stradivarius) porque no creía que Paganini fuese capaz de interpretar una pieza musical a simple vista, sin haberla “leído” con anterioridad.
      ¿Qué importancia tiene Paganini en la historia? Las malas lenguas dicen que el violinista fue tan buen músico y compositor porque había vendido su alma al diablo. De ahí que Pasini quisiera comprobar, mediante su apuesta, si era capaz o no de interpretar una obra, por muy enrevesada que fuese (y lo era) de un simple vistazo. Obviamente, Paganini superó con creces el reto que le propuso Pasini y, desde entonces, el violín que usaba para sus actuaciones era el Strad de Pasini.
      Fruto de esa relación con el diablo es lo que ha conferido al músico su gran renombre porque, de no ser un pacto con algo sobrenatural, ¿cómo hubiese sido posible en la época que se explicara tal virtuosismo con el violín?


      Justo aquí arranca nuestra historia. La concertista de violín Ane Larrazábal aparece estrangulada después de haber representado, de forma majestuosa sobre el escenario del Auditorio Nacional de Madrid, el Capricho nº 24 de Paganini con, lo que se sospecha, el violín del propio compositor al que la violinista le hizo tallar para coronar el mástil, una cabeza que representa un diablo de aspecto terrorífico.
      ¿Quién nos conduce a lo largo de la historia? Son muchos los personajes que aparecen a lo largo de la historia pero unos pocos los que llevan el peso de la trama sobre sus hombros. Por ejemplo, hablaremos de Gregorio, un adolescente de 13 años de edad e hijo de Raúl Perdomo (Inspector de Homicidios adscrito a la Brigada Provincial de la Policía Jurídica de Madrid) que perdió a su madre hace apenas un año en un accidente de submarinismo. Gregorio es quien va a introducir a su padre en el mundo de la música clásica y es quien va a presenciar en vivo y en directo la última actuación de la famosa Ane Larrazábal.
      Raúl Perdomo, padre de Gregorio, va a ser el inspector de policía que acabará llevando el caso de la muerte de la violinista. No sin ayuda, logrará descubrir quién y cómo realizó el terrible asesinato. ¿El por qué? Lo descubriréis en cuanto lo leáis.
      ¿Quién siente más la muerte de Ane Larrazábal? Su prometido, Andrea Rescaglio. Él es uno de las tres personas que encuentran el cadáver en primer lugar y, obviamente, con la fecha del enlace matrimonial a punto de fijarse, está destrozado. ¿Qué hará él ahora sin Ane? ¿Conseguirá deshacerse de la molesta agente?
      Carmen Garralde, de 60 años y con artritis, es la encantadora y misteriosa agente de Ane Larrazábal. Como agente, se encargaba de gestionar todas y cada una de las actuaciones de la violinista así como llevar a cabo su publicidad. ¿Sus intenciones? Según Andrea Rescaglio no eran del todo buenas… ¿Tendrá algo que ver?
      Otro personaje que aparece como posible sospechoso debido a su enemistad con la violinista es Suntori Goto, una violinista japonesa considerada “rival” de Ane Larrazábal. Claro está, según la crítica Carmen Garralde, Suntori Goto nunca podría llegar al nivel de interpretación de la señorita Larrazábal por mucho que ansiara poseer un Stradivarius para mejorar su interpretación y conseguir el estilo de la española.
      Georgy Roskpof (tuba) y Elena Calderón (trombón) son dos de los músicos de la Orquesta Sinfónica con los que la noche de autos actuó la señorita Larrazábal.  A su modo, ayudan al inspector Perdomo con los asuntos puramente musicales de la investigación.
      Por otra parte, distante al resto de los personajes que tienen cierta relación entre ellos o con la difunta violinista está Milagros Ordóñez quién destaca por ser ajena a todos y a todo. Es una psicólogo infantil que, sin saber exactamente cómo ni por qué, se ve envuelta de lleno en la investigación. ¿Será una clave indispensable para resolver el asesinato?


       La historia que conecta a todos y cada uno de los personajes, tanto reales como ficticios, tanto sincrónicos como anacrónicos, es la historia del violín del diablo. Aquel violín que consiguió Paganini del retratista Pasini y que, al largo de los años, llevó la muerte a cada uno de sus poseedores en extrañas circunstancias.

Valoración:

      Novela muy interesante a más no poder. Tiene una forma increíble de engancharte a su lectura. No sabría decir si se debe a la historia, a cómo está contada, a la información que se da sobre la música y la historia musical, a la serie de acontecimientos que parecen estar tejidos  por el propio diablo… No sé qué será pero El violín del diablo te absorbe.
      Llega un punto en la novela donde la redacción de los acontecimientos y, los propios acontecimientos, van tan rápidos, son tan ágiles que la lectura se convierte en un contrarreloj.

      Sin duda, la recomiendo. ¿Mi nota? Un 8’5 sobre 10.


¡Nos leemos!

2 comentarios:

  1. Hola!!! Ya estoy por aquí, pues este libro no lo he leído pero lo apunto ya que dices que está bastante bien, y claro que me puedes enlazar, si te haces un banner te pondré en mi sección de afiliados con tu permiso. Y si no sabes lo que es ya te lo explico aunque yo también estoy un poco verde con la informática, Jose me tiene que echar un cable de vez en cuando. Besos y nos leemos.

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  2. ¡Hola Isabel!
    Gracias por pasarte y dejar tu comentario. En cuanto tenga un poquito más claro cómo he de hacer las cosas dentro del espacio del blog, te avisaré y haré lo que me comentas del banner. Lo mismo te digo en el camino de vuelta.
    El libro te lo recomiendo mucho; lo he pasado muy bien leyéndolo y, como digo en la reseña, engancha y acelera el ritmo de la lectura conforme vas avanzando en la trama de la misma.
    Espero que puedas leerlo y ya me comentas qué te parece.
    Besos y ¡nos leemos!

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